Kim murió el 17 de diciembre de 2011 a bordo de un tren. Poco se sabe de los momentos previos o de lo que pudo haberle desencadenado el paro.
Según el diario surcoreano Chosun Ilbo, habría reaccionado con furia y violencia al enterarse de una fuga de agua en la estación eléctrica de Huichon, 120 kilómetros al norte de Pyongyang, capital del país.
La usina funciona a partir de una represa de 100 metros de altura, que en ese momento tenía constanstes rajaduras por las que se filtraba el agua.
“Kim murió súbitamente cuando trataba desesperadamente de llegar al lugar para una inspección”, citó el periódico de una fuente no identificada.
La consideraba una obra vital, ya que esperaba que resolviera los serios problemas de suministro eléctrico de la capital.
Desde 2009, el Líder Supremo visitó la usina nueve veces. Poco después de su muerte pudo ser puesta en pleno funcionamiento.
Su inseperado fallecimiento precipitó la llegada al poder de su joven e inexperto hijo, Kim Jong-un.
AFP/ INFOBAE
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